Nacer perro y tener visitas de su madre muerta y otros seres no parecen datos que un humano guste de incluir en su biografía. Ray Caesar no tiene ningun problema en admitirlo. Cuenta que fue entrenado en escuelas de obediencia y que su família tuvo que emigrar a Canadá porque sus vecinos ingleses no soportaban que el niñoperro embadurnara todas las superficies factibles de ser decoradas con dibujos. Creaba el perrillo personajes que sentía en su interior usando su GI Joe, las muñecas de sus hermanas y plastilina gris con la que les añadía apéndices.
Cuando el cachorro dejó de serlo trabajó en un hospital infantil de Toronto, en donde le tocaba documentar gráficamente las historias y vicisitudes de los niños internados. Operaciones, abusos, procesos médicos y biológicos.
Observando las obras que él mismo no sabe si -o no quiere decir que- son arte, uno piensa en su maestría con los pinceles. Sus trazos tienen carnalidad física. Y uno se equivoca. Porque Ray crea digitalmente. Con el programa Maya construye los esqueletos que luego cubre con texturas y los ilumina también digitalmente.
Cuando el Ray que vive sin llevar reloj apaga el ordenador, cree estar viendo un mundo que no es más real que el de la pantalla. Un mundo que tiene tres dimensiones, como sus obras, y que podría explicarse con fórmulas matemáticas.
Ray no piensa que sus pinturas tengan que transmitir tristeza o duelo. Él no incluye esos sentimientos en ellas. En todo caso están en quien las mira. El verdadero dolor se quedó en el hospital donde trabajó. Así que podrían incluso ser una liberación del poso que su experiencia le dejó en el interior.
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gallery
todas las imágenes (c)Ray Caesar
Cuando el cachorro dejó de serlo trabajó en un hospital infantil de Toronto, en donde le tocaba documentar gráficamente las historias y vicisitudes de los niños internados. Operaciones, abusos, procesos médicos y biológicos.
Observando las obras que él mismo no sabe si -o no quiere decir que- son arte, uno piensa en su maestría con los pinceles. Sus trazos tienen carnalidad física. Y uno se equivoca. Porque Ray crea digitalmente. Con el programa Maya construye los esqueletos que luego cubre con texturas y los ilumina también digitalmente.
Cuando el Ray que vive sin llevar reloj apaga el ordenador, cree estar viendo un mundo que no es más real que el de la pantalla. Un mundo que tiene tres dimensiones, como sus obras, y que podría explicarse con fórmulas matemáticas.
Ray no piensa que sus pinturas tengan que transmitir tristeza o duelo. Él no incluye esos sentimientos en ellas. En todo caso están en quien las mira. El verdadero dolor se quedó en el hospital donde trabajó. Así que podrían incluso ser una liberación del poso que su experiencia le dejó en el interior.
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todas las imágenes (c)Ray Caesar
8 comentarios:
gracias por enseñarme a RAY,es una pasada
Me he quedado sorprendida. No conocía ni al artista ni a su obra, menos aún esos datos bibliográficos (?). Eso sí, algunas de las imágenes dan un poco de miedito, eh! Qué demontres le está haciendo la nena al gatín para que ponga esa cara?
temendamente oniricas e inquietantes, eh cari.... que fuerte!
Estas cosas te encantan, no? tu usas el MAYA? Es dficil creo no?
Bezos
Me ha encantado!!!!!!!!!
cuanto vale un RAY?tu que lo sabes to!!!
Me encanta ese arte, demasiado fuera de lo común.
Y el de las manos de tijera mata al otro manos de tijera. . .
Qué RAY-ada, me encanta. Y la "biografía" es alucinante.
Magnífica entrada.
Siempre aquello que se ha vivido queda impreso en cierta manera en lo que hacemos, tal vez por eso su obra siendo muy luminosa destila una cierta melancolía.
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