En toda la zona, la población es dispersa, el paisaje está humanizado y es salvaje al mismo tiempo. Abunda el maíz, los campos de cereal ya segados, los prados, los nogales, castaños, ciruelos, avellanos y en los bosques hayas y pino negro, así como diferentes arbustos de bayas de color rojo o negro, atractivo y brillante. Lástima que una fallida experiencia anterior con la fabricación casera de pacharán me impida repetirla, pero los endrinos están cargados de frutos prestos para ser recogidos.
Trémolat es una villa pintoresca, muy bien conservada y elegante. Casas con jardines muy floreados. Todo está cuidado, todo da sensación de auténtico. Un pequeño mercado de productos regionales ocupa la plaza. Hay un restaurante llamado Le Bistrot d’en Face, un par de cafés-bares y un hotel de la cadena Relais Chateaux (lujo tranquilo), una base náutica junto al río y un camping.
Una señora vestida de rosa está en la verja de su casita con porche de madera junto a un canalillo de agua. Geranios rosas en la baranda del porche de arriba y flores lilas en la del piso de abajo. Su cara es toda orgullo y satisfacción por el efecto que su trabajo decorativo ejerce sobre los visitantes. Todo aquel que pasa quiere fotografiar la casa y a la satisfecha dueña.
Visitamos el Cingle de Trémolat. Un gran hotel cerrado en la cima y al otro lado de la carretera un mirador con vistas panorámicas del valle y el gran meandro del Dordogne. Campos de maíz enormes y pequeñas aldeas aquí y allá. Naturaleza puesta en orden.
Curiosas las ventanas de estilo inglés en las casas del pueblo, que veremos otra vez más tarde en otro pueblo bastida. Se nota que los poblados fueron fundados por los ingleses para controlar el territorio.
Mompazier es otro pueblo bastida de calles rectas, gran plaza porticada con un porche de madera, seguramente antiguo mercado de abastos. Se repiten aquí los ventanales de estilo inglés. Banderolas colgantes en las calles, ambiente más turístico. En la plaza están preparando un escenario para la actuación mañana de John Mayall. Tarde muy soleada que invita al paseo. Un callejón concentra una enorme cantidad de abejas, que parecen salir de una chimenea de una de las casas. Talleres de artesanos y boutiques de ropa de un gusto más que dudoso. Un artista de la marquetería tiene expuestas en su tienda obras que me han gustado pero no han llamado la atención de Mister Master.
Para acabar el circuito de hoy visitamos Belvès, pueblo medieval con muralla y calles estrechas con casas de piedra. Quietud y tranquilidad excepto en una calle de comercios, talleres de artesanos locales y peluquerías.
Hemos descubierto las damas chinas o como quiera que se llame ese juego en forma de estrella de seis puntas en el que hay que llevar tus fichas al campo del contrario. Una partida de una hora con concentración máxima, conversación mínima y poco tiempo para pensar en fumar, lo cual es una ventaja. Cómo son estos juegos orientales. Olé por Fumanchú.
La frase del día:
-Déjalos, que no saben perder.
-No, lo que no saben es ganar.
Bordeaux, la única decepción de todas las visitas. Declarado en 2007 Patrimonio de
Bergerac, segunda capital del vino en Aquitania, casco antiguo precioso. Bastante turístico.
Perigueux, la capital del Périgord, linda la villa medieval, el resto una ciudad de provincias con atractivos.
Vergt, pueblo agrícola sin más, con el punto a favor de lo auténtico.
Beynat, castillo y pueblo bien restaurado, con afluencia de turismo familiar, vale la pena su visita.
Sarlat, la perla del medioevo, completamente restaurado, conservando su esencia en las calles no transitadas, las que sí lo están excepto por los edificios son las de cualquier pueblo muy turístico, llenas de restaurantes y tiendas de productos de la región, artesanías y souvenirs. Aquí es donde me entero por una placa que la pervivencia de la arquitectura tradicional y la restauración de los lugares se debe a una ley promovida por el escritor André Malraux, en su etapa de Ministro de Cultura, allá por los años treinta.
Paunat, pequeña villa perfectamente conservada con una abadía y restaurante adjunto. Se nota el poder de
5 comentarios:
Jejeje, admiro esa forma de contar los viajes tan esquemática, yo me pierdo en detalles, me voy por las ramas.
Apuntada esta ruta para futuros viajes.
Por cierto, sobre bastidas he tenido que estudiar, ejejejjej.
Eso si que son unas vacaciones!!
y no como las mías (de las que ya he criticado lo suficiente en mi Blog)
Como siempre, un inmenso placer leerte! Belleza en tus palabras!
Por cieeeerto, he visto el banner de tu blog y yo quiero uno!!
Quiero que mi blog tb sea clavo!!
Y alegrate de que sea solo eso...
porque he visto por ahí que dibujas mu bien!!
así que ya mismo te pido tb un dibujo!! ;-)
Que por pedir no quede!!
Nos Vemos!
Shysh!!
El dibujo de las florecillas es mio!! Vamos que lo he hecho yo!!
Con unos pinceles de Photoshot!! Cuando quieras te hago uno.. o dos!! ;-)
Besosos
La verdad es que Francia es muy bonita aunque nos duelan y todos los niños desde su corta infancia hablan frances, jajajajaa.
El caso es que cuidan mucho el entorno y sus casas las cuidan mucho y tienen mucho gusto, claro que todos son gays como todo el mundo sabe y esa lengua que hablan tan mariquita, jajaja
No, ahora en serio, no te gusto Burdeos? mi novio francés era de alli y siempre me decia que era precioso, me engañaría tb. cuando me decia que me amaba? ahora me entran dudas...
Eso si, en Galicia tb. hay una duna enorme en Corrubedo pero ya ves, aquí no la dejamos ni pisar pq la gente se llevaba la arena y subian con los quads por encima, y se estaba destruyendo....
Bueno, no te rallo mas... Bezos
carabiru, cuentame o paseme los apuntes sobres las bastidas, que me interesa saber más. La historia le Leonor de Aquitania también la sabes?
Iagus; es lo malo de este país que o proteges las cosas o nadie las respeta. Las dunas de Formentera tuvieron que vallarlas para que la gente no las pisara, porque eran de pocos centímetros y ya ves tu la gracia de pisotearlas. No, no me gustó Burdeos, está feo, pero es una ciudad que ganará con el premio. Y si los franceses son o no gays, tu sabras. Lo que sí hay es mucho guapísimo con los morros infladitos. Te debo una foto del canoero y ya verás.
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