5/4/07


ADIVINA QUIEN VIENE A CENAR
(Si tienes hambre, no leas ahora)

Cada vez comemos menos fuera de casa, nos gusta cocinar y no lo hacemos mal.
Anoche, cenamos con una pareja de amigos y una pareja de vecinos suyos.
El lugar elegido, uno de los dos restaurantes de l’Escola d’Hostaleria de Barcelona. Era buena idea, pensamos, comeremos cosas ricas y nuevas.
Interiorismo muy acogedor, blanco, negro, fragmentos de muro antiguos enmarcados en círculos abiertos en la pared, mesas y espacio amplios. Salón para fumadores acristalado. Todo nuevo, ocupación alta (parejas, grupos de cuatro o cinco, media de edad 30 y tantos). La cocina, vista desde la calle, podría tener más de doscientos metros cuadrados.
El menú, la primera sorpresa. Platos de la cocina tradicional de la de siempre o sea de antes de la nouvelle couisine, así que sobre el papel, sorpresa cero. A continuación enumero y describo los que pedimos.
Primeros:
Sopa de pescado (1): con mucho pescado y tropezones. Valoración del comensal: Buena.
Ensalada de la huerta (3): hojitas variadas, un par de tomates cherry, un fragmento de palmito muy bien cortado y dispuesto, sésamo blanco y negro y unos brotes de alfalfa. Valoración de los comensales: escasa y poco imaginativa, o sea, yo como eso casi todos los días en casa y no voy a la escuela de cocina.
Huevos fritos con patatas y crujiente de jamón (2). Valoración de los comensales: Nada del otro jueves y lo más inaudito: patatas fritas congeladas.
Segunda sorpresa, nadie pidió pan pero tampoco lo ofrecieron.
Segundos:
Bacalao a la llauna con mongetes: Valoración del comensal: No dijo nada.
Calamarcitos a la plancha con ajo y perejil acompañados de hojitas de ensalada. Valoración del comensal: No valorada. Apreciación del cronista: nada especial destacable. Tampoco hace falta saber cocinar mucho para hacer eso.
Confit de pato con chips de verduras: Valoración del comensal: Soso. Los he comido mucho mejores.
Entrecot con patatas. Valoración del comensal. La carne pasable. Las patatas congeladas, imperdonable.
Tercera sorpresa: la segunda botella de vino fue abierta por el camarero y depositada en la mesa, sin servir ni para probar.
Pies de cerdo a l’empordanesa(2): Pies cocidos con nabo y una salsita de la cocción. Valoración de los comensales: Los pies de cerdo más sosos en todos los sentidos que hemos comido nunca.
Bebidas: Bitter sin alcohol y cervezas de aperitivo, 2 botellas de Coronas.
Postres: pastel de chocolate, pastel de chocolate con leche, sara (bizcocho cubierto de mantequilla y almendras). Los tres ricos. 3 cafés.
La cuenta: 138,50€. Correcta, teniendo en cuenta las dos botellas de vino.
La pregunta: ¿Hace falta ir a una escuela de Hostelería para idear un menú así, cocinarlo y servir de esa manera o es que los muchachos que estaban trabajando son los que han suspendido y estaban recuperando las asignaturas fallidas del trimestre? A lo peor, sí.

La compañía, muy grata. Saludos desde aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver cuando me invitas al Bulli, cari, que me bulle algo asi por dentro.. quiero mi tortilla desestructurada!!!! jajaaj

Bezos comestibles.

Anónimo dijo...

Respecte el comentari dels treballadors de l'Escola d'Hosteleria, a part de fer aquest comentari públic, vas manifestar-ho a l'enquesta que lliuren al final del servei? Ho vas valorar per poder-ho millorar? Ets conscient que és una Escola?
Crec que conec l'esforç d'aquests nois i aquests comentaris no crec que siguin justament els que necessiten.

Gràcies!

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