CSI MALLAMI (Episodio inédito)

foto miami city council

Fórmula Magistral

Paseaba Horatio de la mano de su dulce Marisol por las anchas aceras de Ocean Drive, entrando en esta butic y en la otra cuando de pronto se oye una gran explosión. Horatio, protector, acoge a Marisol entre sus brazos, la cubre con su pecho y le dice:
-No te preocupes, no será nada.
Y ella:
-Horatio tengo miedo.
Tirurit Tirutit suena el móvil de Horatio.
-Horatio Caine, dígame.
-…
-Sí, acabo de oírlo.
-…
-Estoy cerca, ahora mismo voy para allá.
Y ella:
-Jo, Horatio que aún no hemos llegado a Versache y es el último día de rebajas.
-No te preocupes cari, que en cuanto pueda volvemos a salir de shopping.
-Me quedo sola. Y esta tarde me toca quimio, yoga y masajista.
-Le diré a un agente que te acompañe.
-Pero que no sea el del otro día que a la que vio la aguja se desmayó.
-Está bien amor, ya veré quien está disponible.

Horatio sube a su super Hummer, que siempre tiene aparcado al ladito (y mira tú que es grande el tanque), lo arranca a la primera y organiza con el telefonino a todo su equipo.
En tres minutos aparecen todos ellos en el escenario. Cronometrados y sincronizados. Sin un pelo fuera de sitio, los guantes de látex ya puestos y sus maletines súper fardones en la mano. La cámara ralentiza sus movimientos perfectamente coreografiados. La satisfacción por el cumplimiento del deber se dibuja en sus caras, amigables aunque no sonrientes. Izquierda derecha izquierda.
Horatio reparte instrucciones:
-Ducaine, el perímetro; Eric, abre una vía; Ryan, habla con los testigos. ¿Ha llegado ya la forense?
-Estoy aquí Horatio.
-Bien. ¿Alex, qué tenemos?
-Por el momento no gran cosa. Un brazo agarrado a un cucharón.
-¿No estaba aquí la Cantina Jalisco?
-Correcto. Estaba.
- ¿Y toda esta sangre? Podría haber más víctimas. Ducaine, ¿cuanta gente trabajaba aquí?
- Mira Horatio, si me distraes luego no me vengas con que me he dejado dos palmos por registrar.
-Uy! perdona. (Monólogo interior de Horatio “Debe estar con el período”) ¿Alguien puede decirme cuanta gente trabajaba aquí?
-Pos si señor, éramos yo y Juanito- contesta un muchacho joven con pañuelo en la cabeza.
-Y por lo que puedo suponer esto debía ser Juanito- dice Horatio señalando al brazo con cucharón.
- Sí, señor. Le ha tocado la peor parte.
-Por lo que veo, hijo, tú no has sufrido daños.
-Pos no, señor. Es que justito cuando pasó yo había salido a fumar un pitillo.
-Has tenido suerte muchacho.
-Gracias a mi medallita de la virgen de Guadalupe, señor.
-¿Qué estabais haciendo cuando ocurrió la explosión?
-Pos como ya le dije señor, yo salí ajuera a fumar y al poco rato oí esa terrible explosión.
-¿Y Juanito, en qué estaba?
-Pos mismamente estaba preparando la gran olla.
-Y eso ¿qué era exactamente?
-Pos el vegetarian chili con carne señor.
-¿Ha habido inspección de gas últimamente?
-Yo creo que sí, señor pero la cosa es que Juanito siempre quiere poner su punto especial en la gran olla. Sus ingredientes secretos él les dise, como en la coke.
-¿En qué consiste su punto especial?
-Pos el quiere ser cocinero de altura, señor. Bueno, quería. Y usté sabe, nunca me contó su secreto.
-Chicos quiero un análisis del contenido de la gran olla.
-Ahora mismo tomo muestras y las mando a rastros.

(Publicidad. Volvemos en 12 minutos)

En el laboratorio criminalístico del condado de Dade la actividad es casi frenética. Alex en la morgue estudia el brazo una y otra vez. Lo único destacable es que el desgarro es bastante limpio y que el brazo lleva un tatuaje de la cara de Ché Guevara en el bíceps.
-Hola Alex- saluda Horatio.- ¿Alguna novedad?
-Pues nada destacable. El brazo fue arrancado posiblemente por la explosión.
-Bien. Mantenme informado.
Horatio sube al piso de arriba, todo contraluces, transparencias y brillos minimalistas. Habla con Ducaine.
-Ducaine, ¿algo en el perímetro?
Tirurit Tirutit suena el móvil de Horatio.
-Perdona…. Sí Marisol.
-…
-Lo siento. Se me olvidó completamente. Ahora mismo voy para allá.
-Horatio las muestras que…
-Ahora no puedo Ducaine. Infórmame más tarde.
(Monólogo interior de Ducaine acompañado de sonrisita cómplice): “Este tío está encoñao”).
Mientras tanto en la sección ADN los muchachos (el raro creído y Valera la metepatas readmitida) están de cháchara. No hay que identificar a nadie porque ya saben que el muerto se llama Juanito:
-Pues yo me pienso comprar el teléfono de Apple en cuantico que salga porque tiene que ser la hostia- dice él.
-Bah yo paso. Con mi Nokia 3452 NJb y el ipod ya voy haciendo.
-Oye, ¿Es cierto que hay un nuevo club donde sirven bebidas de extractos de flores?
- Ah, me habló de él mi amigo Josh, que siempre está a la última porque está suscrito a Miami Vice.
-Podríamos ir a tomar algo al salir. Hoy no creo que hagamos horas extras.
-¿Me estás proponiendo una cita?
-Bueno tomamos unas copas y lo que salga.
-O sea que me estás proponiendo una cita.
-Tú misma. (Monólogo interior del raro: “Está casi convencida. Hoy igual pica”)

Interior de una clínica ultra cool. Marisol está echada sobre un sillonazo de cuero que debe costar al menos cuatro mil dólares. Horatio está a su lado, cogiéndole la manita. La Enfermera Dulce se dispone a introducir la aguja en el brazo de Marisol. Ella sonríe a Horatio.
-Descansa, te irá bien.
-Gracias por venir. Hacer esto sola es muy triste.
Tirurit Tirutit suena el móvil de Horatio.
-Caine al habla.
-…
-Está bien ahora mismo voy.
-Horatio no me dejes so…… -Marisol cae en un sueño plácido.
Horatio a la Enfermera Dulce:
-Cuídela bien. Volveré en cuanto pueda.
-Ya veo que está usted muy ocupado. (Monólogo interior de la Enfermera Dulce: “Vaya cara dura que tiene el tipo éste. Siempre la deja sola a la pobre y luego me toca a mi despertarla y llamarle un taxi”).
Horatio sube al Hummer, aparcado en el mejor sitio del parking de la clínica. Lo arranca y a pesar del tráfico de la hora punta llega al laboratorio en cuestión de cambiar de escena. Una fracción de segundo.
-Ducaine ¿qué era eso que tenías que contarme?
-He analizado las muestras rojas que recogimos en el escenario..
-Y…
- Las he pasado por el espectómetro…
-Y…
-He encontrado una cosa que me ha llamado la atención.
-Ducaine, no tengo todo el tiempo del mundo. Marisol me espera en la clínica.
-Está bien. Tú mismo puedes mirar el informe.
Ducaine le tira la carpeta sobre la mesa, abandona la escena con paso firme y no da un portazo porque las puertas son de cristal.
Horatio lee el informe: Composición de las muestras recogidas etc, etc: tricofenol jalapensis pica-de-la-hostia: 50 por ciento, triturado orgánico de colis bruseliensis: 25 por ciento, triturado orgánico de frijolis furibundia: 15 por ciento, glutamato 3 por ciento, ingrediente sin identificar: 7 por ciento.
-Habrá que pasar ese ingrediente por el codix. Hay que identificarlo como sea. Valera , sácame el ADN del quinto elemento de esta lista. Ducaine,… ¿dónde se habrá metido?
Aparece Ducaine, la cara cambiada. Zum Zum Zum Zum Zum Zum.
-Perdona Horatio. Necesitava un momento para mí.
-Hay que averiguar qué demonios es ese elemento no identificado. Ya he ordenado que lo pasen por el codix. Tú sácale las huellas digitales.

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Tres minutos más tarde Horatio recibe el informe de ADN. El raro que se hace el simpático le dice:
-No te vas a creer lo que he encontrado. Por cierto has oido las maravillas del nuevo…
-Al grano, que no estoy para tonterías.
-Sólo quería pelotear un rato. Bien. Pues según el algoritmo de Fritz Long el quinto elemento es de origen humano o animal. Ni siquiera es sólido.
-¿Pero has averiguado de qué se trata?
- Pues es una variedad de metano que se produce en la fermentación de los alimentos en los intestinos de los mamíferos.
-Quieres decir que es…
-Gas de flatulencia. Un pedo, para ser prosaicos.
-Entonces la explosión…
-Pudo deberse a una combinación aleatoria de elementos en la atmósfera de la cocina. Juanito tenía sus secretos, según nos dijo su colega.
Horatio se queda pensativo unos momentos.
-Está claro que los jalapeños, frijoles, coles de Bruselas, glutamato y el pedo de Juanito crearon una combinación perfecta para producir la explosión.
- Yo creo que va a ser eso. Menudo pedo para ser el 7 por ciento de la mezcla.
-Los fríjoles ya se sabe.
Llega Ducaine con su informe.
-Horatio, ha sido imposible sacar las huellas dactilares del quinto elemento.
-Creo que ya no hace falta Ducaine. Hemos resuelto el caso.
-Ah, gracias por informarme. Me tomo la tarde libre.
-Yo voy a ver a Marisol.
-Yo voy a cambiarme y a buscar a Valera, que he quedao con ella.
-Hum me suena a romance ¿Dónde vais?- Pregunta Ducaine.
- A un sitio nuevo que le han recomendado-. El raro guiña un ojo a Ducaine.
-Pues yo voy a la galería de tiro a ver si me desfogo un poco porque vaya día. Que os divirtáis chicos.


Horatio llega a la clínica. La Enfermera Dulce le informa:
-Ya hace rato que se marchó. Le llamé un taxi.
Horatio se pasa por el estudio de yoga. Marisol no está allí. Va al spa. La sala está a rebosar de ruvias ociosas. La encargada dice:
-¿En qué puedo servirle?
-Busco a Marisol.
- Marisol..., Marisol... Ah, sí. Ha llamado para anular su cita con la masajista.
Horatio queda pensativo unos instantes pero no muchos, se sube al tanque y se dirige a Ocean Drive.
Aparca delante mismo de la butic Versache. Entra en la tienda y en ese momento aparece Marisol con un vestido ceñido que enmarca las formas perfectas de su cuerpo enfermo.
-Estás preciosa.
Sonrisa satisfecha y monólogo interior de Marisol (Ya lo sé. Verás tú cuando veas la factura, porque este es el quinto vestido que me pruebo y me los voy a llevar los cinco).

El sol se pone sobre los rascacielos de Mallami. No hay ningún huracán a la vista, de momento.