19/11/06

HOMBRES DE AHORA



El relato que viene a continuación ha sido inspirado por unos garruletes del gimnasio.
Nota para quien lo lea:
Olvida las reglas de ortografía, pretendo reflejar el castellano coloquial de un sector de la población.
Y ¡ojo! el autor no comparte las opiniones de sus personajes sobre las mujeres.
Asín que estate preparao/á.


Jo, como es mi colega Juaqui. Cada día está más cachas. Claro, él trabaja de mañana y puede ir al gimnasio casi todas las tardes. Yo tengo turno cambiao y sólo puedo ir con él una semana sí y otra no. Se le están poniendo unos brazos como los de un culturista. Yo voy más lento porque voy menos al gim.
Ostras, pero cuando entrenamos juntos nos damos una caña que no veas. A más, me cuenta que cada día liga más. Que las tías le van detrás como perras. Que envidia me das, Juaqui.
Cuando salimos juntos de copas todas van a por él. Bueno, alguna vez a mi me senrolla alguna. Pero las macizas y buenorras se van por él. Y casi siempre moja. No como yo, que después dhaberme gastao una pasta en invitar a copas, me llevo una chati de higos a peras.
Pero el Juaqui casi siempre pilla. Y luego en el gimnasio me lo cuenta. El otro día me decía “Jo, macho es que esa está mu buena pero es una pesá. En toa la semana mha mandao al menos veinte mensajes y yo paso della porque es de las que te se cuelgan. Y si tencoñas con una se quedan muchos chochetes por probar, porque luego quieren quedar to los dias. Ya llegará el día que me tenga que sentar la cabeza pero, mientras pueda, piba nueva cada semana”.
Jo, qué envidia me da el Juaqui.
Ahora, que te digo una cosa. Yo no entiendo de tíos ni soy moña ni na deso, pero es que no sé qué les da o qué le ven, porque mu guapo tampoco es. Y encima le falta un diente. Pero tiene palique y las atrae el cabroncete y se pega unas jartás de follar que ya quisiera yo al menos la mitá. O eso es lo que mexplica. Eh, que yo le creo, que pa eso es mi colega desde que íbamos juntos al cole. Que no creo yo que vaya de farol.
Le tengo que preguntar por esas cremas que sha comprao y ponérmelas yo a ver si asín caen las chatis como moscas. Y luego, cuando me se pongan los brazos bien formaos, me voy a jartar.
Bueno, el otro día quedemos pa salir de copas por la Villa Olímpica, que estaba abarrotao de gente, sobre todo guiris. Menudas jacas rubias. Entremos en un bar asín bien decorao y tal, un poco pijo, con segurata en la puerta que nos echó una ojeá y casi perdonándonos la vida nos dejó entrar. El mu mamón. Menos mal que íbamos de fiesta que si no larmamos. Cómo estaba aquello de chatis. Jo, no sabía pa qué lao mirar. Nos vamos pa la barra, pedimos dos vodkasrebbull y el Juaqui le echa el ojo a una rubia con una camiseta que no le tapaba más de la mitad de las tetas. Tetorras tenía la japuta. El Juaqui me dice “Oye que le voy a dar la brasa a esa”. Allá que se va. Pero vuelve al poco rato “Menuo morro tiene la tronca. Que si le puedo dar pa un taxi, que tiene que volver al hotel que su amiga sha puesto enferma”. Pobre Juaqui.
Nos hemos trincao las copas como si ná y pedimos dos más. A mi el rebbull me pone cardíaco asín que mempiezo a entonar. El Juaqui me cuenta que una vez se había hecho a una morena que baila sola en la pista y que la tía es una fiera. Una de esas me hace falta a mí. Nos vamos pal water, nos metemos unas clenchitas y volvemos a la pista. Me coloco al lao de la morena y le bailo asín suavecito, como pa que me mire y poderle entrar. Me pone como una moto sólo de pensar que pueda picar. Y va la tía y se pone a hablar con el Juaqui “Me encanta cómo hueles. ¿Qué colonia usas?” El Juaqui le dice ”Janpol Gol Tier” y ella “Es un olor muy sexy”. Se ponen a bailar muy juntos, cadera con cadera y yo con mi vodkarebbull en la mano, un subidón que te cagas y aguantando la vela. “Oye Juaqui que voy a dar una vuelta. Ahora nos vemos”. “OK” dice el capullo, como si supiera inglés y no aprobó namás que la gimnasia. Joder con el Juaqui.
Le entro a una chiquitilla pero bien formá “Hola, ¿qué tal?”.”Mira esperando que me pongan una copa. ¿Y tú?” En esas que llega un pavo “¿Todo bien, Núria?”.”Sí, ahora me ponen las copas”. Y yo “Bueno, hasta luego”. Joder tío qué mala suerte. Me voy a tener que comprar también la colonia del Janpol ese porque vaya nochecita que llevo.
Otra clenchita no me vendría mal pero el perico se lha quedo el Juaqui. Ahora ya no lo veo en la pista. Igual está invitando a la chati. Me voy pa los lavabos pero por allí no están. Pos ná, habrá que pedir otra copita. Voy pa la barra. Hay dos tíos charlando con una nena rellenita pero guapa. Pido otro rebbull y uno de los tíos se gira y me dice” Oye, ¿tú eres amigo del Juaqui, no?”. “Pues sí. Hemos venío juntos pero hace rato que no le veo”.”Es que habíamos quedao con él, lhe llamao pero no tiene el móvil conectao”. “Pos no sé dónde shabrá metío”.” Nosotros nos vamos a otro sitio. Si te quieres venir, tú mismo”. “Hombre es que acabo de pedir una copa”.”No importa, te esperamos”. Me bebo la copa de dos tragos, salimos, nos metemos en el buga de la gordita guapa y enfilamos por el Paseo.
”¿Dónde vamos?”.”Vamos a la Harina”. “Y eso, ¿qué tal está?”. El otro, que hasta entonces no había dicho ni mu, dice “Es súper divertido. La música está genial. Ya verás como te lo pasas bien”. Subimos por las Ramblas y al cabo de un rato llegamos a la Harina. Fua, qué cola de gente pa entrar. Mucho tío y poca tía. Aquí habrá mucha competencia. Llegamos a la entrada, pagamos y echo un vistazo. No hay nadie a la vista. “¿Oye y toa la gente que había en la cola?”. “Están abajo”.”Ah, bueno”. Miro los pósters de las paredes “Oye, esto de tantas fotos de tíos ¿de qué va?”. “Es que es una disco de ambiente”. “Pues espero que haya más ambiente que aquí”. “Que sí, hombre. Espera a llegar abajo y verás”.
Bajamos las escaleras y se empieza a oír más jaleo y se ven los flases de las luces. A mi el rebbull siempre se me pone bien pero cuando veo a dos tíos morreándose me da, no sé, como una arcada. “¿No mhabreis traío a un sitio de maricones, verdad?”. “No hombre, que es mixto, lo que pasa es que hay muchos gays”.
Llegamos a la pista y vaya si los había. De todos los tamaños y colores. Joer qué brazos, y qué espaldas que tienen algunos. Y encima van con esas camisetas que les marcan los abdominales y todo. Y el aire huele como la colonia del Juaqui pero a lo bestia. “Eh, vamos a por unas copas” dice el calladito. De camino a la barra se encuentran con unos conocidos y se enrollan y se enrollan. Total que me voy solo pa la barra. Me pido una copa y echo un vistazo por los alrededores. La pista está a rebosar. Hay tías, unas más guapas que otras y tol mundo se lo está pasando bien. Unos bailan. Otros charlan. Otros se morrean, pero ya no me vuelven las arcadas. Y mempiezo a calentar por abajo, ya sabes.
Por delante de mí pasa un tío superfibrao, con los brazos bien dibujaos. Me mira y me sonríe. Yo le saludo con la cabeza, pa no parecer un gilipollas y él me hace con la cabeza el gesto que le siga. Igual tiene farla o pastis. Voy tras él y veo que se mete en un reservao bastante oscuro. Ostia, si aquí no se ve ni pa echar un trago. Poco a poco se macostumbran los ojos y le veo apoyao en la pared. Me acerco y le digo “¿Qué pasa, chaval? Y el tío me echa mano a la cintura. “Eh, eh ¿de qué vas?” le digo. “Tú déjame a mi.” dice él.
Hostia puta que me está metiendo mano. “Eh, tío, que yo no…”.
Él sólo dice “Shhh”. Sarrodilla y me desata el cinturón.
Me soba el paquete y yo con la copa en la mano no sé qué hacer.

Hostia tío. Hostia tío. Hostia tío. Esto no se lo voy a poder contar al Juaqui.

Segunda parte




1 comentario:

Anónimo dijo...

Boníssim!!! Ho he llegit tot pensant que ho havia escrit el personatge. Realment m'has transportat al cervell d'aquest tio. No se si tens més historietes d'aquest personatge però potser t'ho hauries de plantejar... no es broma.

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