15/8/08

AUSTRALIANAS 4

Apuntes de libreta de viaje.

Pareciera que el invierno se ha ido. El sol brilla en un azul intenso, sin sombra de nubes. Es la hora del descanso de mediodía. Decenas de hombres y mujeres utilizan este momento para salir a los parques y plazas a comer un sandwich o una bandejita de sushi, mientras juguetean con su móviles. Otros prefieren dedicar el descanso al cansancio, y vestidos para sudar se dedican a correr por las calles, muelles, parque sy plazas. Estoy sentado en un banco de Hyde Park frente a la fuente que esparce agua en chorros y vapor, al tiempo que el sol crea un enorme y bien definido arcoiris. Es la fuente en la que me cuentan que los hombres con ganas de jaleo sexual ponen un pie sobre el borde de la pileta para indicar que estan dispuestos a pasarlo bien. En este momento solo hay turistas fotografiándose junto a las esculturas, captando el agua esparcida, el magnífico sol y la sonrisa y la pose de sus compañeros de viaje.
Es curioso como yo, al contrario que la mayoría, fotografío escenarios, a ser posible sin actores. Como curioso es que yo salga en mis fotos. Al no pedirle a nadie que dispare por mí, hay poca constancia de mis visitas. Queda el escenario retratado, yo estoy detrás de cada instantánea.


Buscando sin encontrar el Museum of Sydney, por delante del cual he pasado un montón de veces, empieza a llover. Sólo caen gotillas, pero la prisa se hace con los que estamos en la calle. Estoy de nuevo perdido en la City y el mapa no me sirve de ayuda puesto que el Museo no parece en él. Creo que desde hace unos días a esta hora del atardecer me falla la vista. No soy capaz de leer los nombres de las calles a una distancia que antes hubiera sido facilona. Busco un bar donde refugiarme y aquí estoy, en el Executive, un bar agradable, con luz tenue, lleno de conversaciones masculinas, hombres que se han encontrado después la oficina. El volumen de las conversaciones baja por un momento, se ha oído un crack fuerte en la calle. Dos coches han chocado. Suena rock pesado irreconocible (Aerosmith, quizás) en los altavoces, una pantalla transmite un partido de tenis, los colegas están de cháchara y yo estoy aquí solo, con mi libreta y mi cerveza, las cinco y media y aún sin comer.

Es curioso como la gente te saluda en los bares y también por la calle, algo a lo que un barcelonés está poco acostumbrado. Dos personas me han dicho que han estado en Barcelona y que les fue muy difícil entablar conversación. Que me lo digan a mí, que después de 23 años en la ciudad conozco (de vista) a un montón de gente asidua de mis sitios asiduos y no cae un hola ni que se/nos lo saques con tenazas. Creo que he hablado con más extraños aquí en una semana que en Barcelona en años. Tal vez sea que yo estoy más abierto, tal vez que la gente es más conversadora, pero bien lo sabe el dios de la Benedicta y la Virgen del Bocadillo de Chopped(R) que yo siempre saludo. Bueno, saludo tres veces y si no me responden, a la cuarta como que paso. Es que así somos en Barcelona. Por eso me gusta Sydney y por eso no lo pasé mal en Christchurch, por la amabilidad y la afabilidad de la gente.

So you think you can Drag es un concurso que se hace en el club Nightshift, en Oxford St. Estuve en la segunda de las eliminatorias y las concursantes eran una cosa increíble que no tiene nada que ver con las drags cibernéticas y megaglamurosas de BCN. Aquí ellas van vestidas como para una boda inglesa. Intentan ser mujeres normales vestidas para un fiestorro. Una delgadísima a la moda años 60 canta en directo una canción de Dusty Springfield que todo el público tararea a voz en grito: no matter what you doooo, i always wanna be with youuuuuu... Hasta yo me he apuntado al cante, hehe. Una pareja de drags enormes en todos los sentidos- o séase a lo largo y a lo ancho- vestidas de leopardo con leopardo de peluche incluído al hombro, se desgañitan al estilo Pimpinela (salvando todas las distancias) y parece ser que su amistad no va a acabar bien porque una está haciéndole el tararí a la otra con el novio. Desconozco la canción pero algunos del público se la saben y también la cantan. Bueno, y en el jurado hay una muñeca drag, como si fuera de los teleñecos pero en drag. Cultura Priscilla, presente en la noche australiana.

Fotos Shysh

6 comentarios:

Stultifer dijo...

Mi libreta y mi cerveza, las cinco y media y aún sin comer.
¿Necesitabas algo más?

Sobre los saludos te diré que no te pierdes nada. ¿Prefieres que no te saluden nada más que las personas que realmente te merecen la pena o que te salude todo el mundo y la relación con ellos sólo sea esa, un saludo repetido, en años?

el Shysh dijo...

POs... yo quiero que la gente se salude, que es lindo y no cuesta ná, onvre.

Carabiru dijo...

A mí me choca mucho, porque vivo en Pontevedra (y eso que es poco más que un pueblo grande) y antes vivía en un pueblo donde todo el mundo se conoce y se saluda (y de paso se pone a caldo), aquí yo creo que la gente se saluda mucho, la verdad.

Muy interesantes estas notas que nos cuentas.

ARD dijo...

drags enormes vestidad de leopardo y con un peluche y no hizo usted fotos..
Vamos queeee, hombreee hubiera sido una nota de color entre tanto paisajito, que si que esta muy bien pero ¿cuando va a tener usted la oportunidad de ver algo así?y con un peluche.

ARD dijo...

Oye que si, que de acuerdo contigo que es muy bonito lo de saludarse y no cuesta nada.

BIRA dijo...

Holas Shysh, qué preciosas fotos. La de la ópera me ha dejado muerta. Qué alegría saber que te lo has pasado de fábula y que has venido cargado de fotos impresionantes.

Lo de saludar es algo que se debería hacer con más frecuencia. Porque sí, porque hoy es hoy. Quién sabe?, quizás terminaríamos humanizándonos un poco.

Besos

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin