17/7/19

PEQUEÑOS NAUFRAGIOS URBANOS


Pequeños naufragios urbanos.
Pequeños naufrag(i)os humanos.

La chica que se maquilla (base, pestañas, colorete, labios, brillo) en el vagón del metro a las 8:30 de la mañana.

La madre que en ese mismo vagón lee un cuento en voz alta a su hija.

En el bus L95, el chaval que abre su mochila, saca de ella una bolsa de plástico, la abre, saca de ella una fiambrera de plástico, la abre y con un tenedor también de plástico se zampa un platazo de macarrones con ketchup.  A continuación, se echa una partida de Candy Crush.

El hombre maduro que asiste a todas las actividades formativas que organiza  un museo.

La mujer que increpa a todas las personas que esperan en una parada de autobús y tras incomodarlas cruza la calle al borde de suicidarse contra un taxi.

La niña que se esconde tras una columna en el patio del colegio. No reclama a nadie. Nadie la reclama.

Los muchachos que alargan su estancia en el parque hasta después del cierre. No tienen a dónde ir.

El hombre maduro que asiste a todas las actividades festivas que organiza  un museo.

La persona tímida que acude a una fiesta y, al marchar, cuenta con los dedos de una mano las palabras que ha cruzado con las otras asistentes a la celebración.


Texto parido como ejercicio en el taller de Fernando Gandasegui, una de las sesiones de Fora de Classe (curs d'estiu sobre pedagogies i pràctiques corporals) en El Graner, centre de creació de dansa i arts vives.

foto elshysh, 2012



2 comentarios:

Uno dijo...

El bloguero irredento que sigue buscando en la web pequeñas ideas estimulantes.

el Shysh dijo...

Releo esto hoy y me doy mucha rabia por no haber tenido la deferencia de contestar a su creativo comentario. Las formas se han perdido, amigo.

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