Un técnico informático se mete en los chats gays, se informa sobre sus contertulios y luego les manda a las milicias de la muerte que se encargan de secuestrar, torturar y asesinar a los detectados. Eso cuentan que está pasando en Iraq. La nueva técnica de caza (hay que estar con los tiempos) se suma a las listas de presuntos gays u hombres de comportamiento poco masculino que se colocan en restaurantes y tiendas de comida instando a quien las lea a denunciar a los que figuran en ella. En otras ocasiones la propia familia se encarga de acabar con el deshonor.
Si vivir en Iraq ya de por sí debe ser un infierno, súmale intentar vivir siendo diferente.
Lee ésto. Es un resumen del informe de Human Right Watch sobre el tema.
6 comentarios:
Me dejas llena de escalofríos.
Qué asqueroso es el mundo.
Y las religiones
Aún se necesitan 400 años más para alcanzar la cordura.
El miedo a lo diferente, es universal, y todos los fundamentalismos se benefician de ello.
No olvidemos tampoco, los simplistas que somos con el Islam, y la caza de brujas que se hizo con el 11 S, con pánico a todo lo que oliese a moro (EL chico asesinado en el metro e Londres por ejemplo)
Tambien es llamativo, que aun en lo peor, las lesbianas siguen siendo invisibles, hasta se niega su existencia
Perseguir al que no s’entén i al que es diferent sembla ser que es un deure dels il•luminats. Ja que es creuen millors es podrien dedicar a altres coses mes beneficioses per la rasa humana.
¿ quina religió diu que no es respecti als que no pensen, opinen, o no son com la majoria ?.
Segur que esta escrit entre línees o amb lletra molt menuda o estan fen una incorrecte interpretació.
¿ el fet de ser tots iguals es signe de que es sigui millor ?,
¿ millor que qui o ....?
400 anys son pocs per que la gent obri ve les orelles i es vegi amb total normalitat que les diferencies son, han estat i seran sempre i que axis sigui.
La diferencia en algo no es nada peligroso, ¡a ver cuando se enteran los fundamentalistas, de todo tipo: religión, política o lo que sea!
Miguel
Y el mundo asiste impávido, mientras nos venden la normalización democrática iraquí.
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