Rigby John nos cuenta su historia desde la carretera donde espera que algún coche pare para llevarle a California. Pocas cosas en su mochila y una flor en su pelo. Desde su infancia hasta sus diecisiete años, la visión que Rigby John tiene del mundo externo y de su familia pasa ante nuestros ojos.
Idaho a finales de la década de 1950 hasta 1967. Los Klusener son una familia de granjeros católicos. Imagina su vida: de lunes a sábado obligaciones en la granja y el domingo obligaciones para con el Señor. Rigby John es un especialista en descubrir hilos dorados en los ojos de los que le rodean. Los hilos dorados significan vida, alegría. Su ausencia, dolor. Hay alegría -por tanto hilos dorados- en los temporeros mexicanos Flaco y Acho que trabajan en la cosecha pero viven fuera de la granja. Hay hilos dorados en los ojos de su madre mientras él y su hermana son niños, en los de su gran amiga y novia Billie Cody, en los de Grandma Queep y su nieto George. Nunca hay hilos dorados en los ojos del padre de Rigby.
Rigby John está en la carretera porque ha decidido dejar todo su pasado atrás. Eso lo sabemos desde el principio. Sus deseos de vida, su victoria, no están en esa tierra marcada por la tradición o el sentimiento de pecado. La luz viene de California y hacia allá es hacia donde se dirige.
Tom Spanbauer es el autor de Now is the hour (Ahora es el momento), The man who fell in love with the moon (El hombre que se enamoró de la luna), In the city of shy hunters (La ciudad de los cazadores tímidos) y Faraway Places (Lugares remotos). Imparte talleres de escritura en Portland, Oregon, a los cuales asistió mi bien querido Chuck Palahniuk. Y se le nota que aprendió bien algunas lecciones. En sus clases, Spanbauer defiende la literatura que sale del interior, aquella que puede incluso arañar las entrañas del contador de historias y que tienen su fuente en aquello que sólo quien lo ha vivido puede contar.
Si lees Ahora es el momento (Mondadori) o El hombre que se enamoró de la luna (Muchnik/Quinteto bolsillo) es muy posible que algo en tu interior se mueva.
5 comentarios:
Precioso párrafo, me ha encantado lo de los hilos de oro en los ojos de la gente, ojalá tuvieramos esa capacidad de verlos, verdad?
Besucos!!
que hace la tigresa del oriente aqui, en un blog español, tan internacional se ha vuelto.
q sabras q la tigresa es peruana, y a mi me encanta http://todosobredamian.blogspot.com/2009/07/la-tigresa-del-oriente.html#comments hasta le dedique un post enterito para ella.
oye los q tenemos mascotas sabemos lo duro q es que fallezcan, tu gato esta en el cielo.
saludos
Pues tendré que hacerlo, estoy muy enquilosado.
¡Gracias por la propuesta!
MIGUEL
Tendré que hacerte caso y leerme esos libros que me aconsejas.
Necesito cambiar algo.
Para mejor, claro.
En realidad yo he venido para ver si me dabas noticias de tu gata.
Un abrazo.
Creo que hace tiempo le dediqué una entrada, aunque es normal soy fan total tanto de Spanbauer como de Palahniuk.
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