fotos nasa. remix de sombras irreales shysh
El niño miraba extasiado las imágenes que transmitían por televisión. Se imaginaba saltando ingrávido sobre la superficie lunar. Se preguntaba por qué en la luna el cielo no era azul. ¿Encontrarían quizás los astronautas cuyos nombres había aprendido de memoria algo más interesante que rocas y polvo? ¿Saldrían a recibirlos los habitantes del satélite? ¿Lo harían en son de paz o se sentirían atacados y se defenderían?Al niño no se le ocurría pensar en los millones que había costado llevar a esos hombres a la luna. Ni en la cantidad de problemas terrícolas que con ellos podrían solucionarse. El niño no se planteaba que si la humanidad había sido tan inteligente como para llegar tan lejos, cómo era que no llegaba a otros lugares más cercanos.
El niño no sabía que existen los intereses y que el gran paso para la humanidad se iba a quedar en eso. No se encontró en la luna nada digno de explotarse. Nada que pudiera ser vendido. A lo sumo algún embaucador avispado vendería años más tarde parcelas en la superfície polvorienta. Y alguno que se creería listo las compraría, esperando ver cuánto le iban a rendir, TAE mediante, en un futuro de colonización.
2 comentarios:
precisamente el dia que desvirgaron la luna , yo andaba por los 7 qñow, y te lo pueso contar. Para un niño de esa edad, la imaginación descubre mil mundos tan utópicos como la luna. No te asombraba más ver en la tele a alguien pisando la luna, que mear en un agujero y qeu saliese un grillo. A esa edad la tierra tiene muchisimos más misterios que enseñarte, que la sosa lenta luna.
Y posiblemente si los siguiesemos buscando hoy, debajo de casa hay sitios tan nuevos para nosotros como la luna
Pero, nos olvidamos de que toda la tecnología que se aplico, tanto en este viaje como en los posteriores, ahora la disfrutamos, me explico, los colchones de látex y la viscolástica, sólo por poner dos ejemplos, es decir sofás y colchones, mira tu por donde.
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