13/1/08

EDUCACIÓN SEXUAL


Puesto que de eso en mi casa no se hablaba, la educación sexual que recibí estuvo marcada por las informaciones de segunda o tercera mano de los amigos. Algunos sábados por la tarde nos juntábamos tres o cuatro a ojear y hojear con detenimiento una revista que uno de nosotros había pillado de su hermano mayor. Miradas a este u otro detalle, bocas abiertas, mujeres y hombres copulando, felando, cunilingüeando.
Comentábamos, a veces sin respiración, la sangre fluyendo en las entrepiernas: Pues me han dicho que antes de meterla hay que..., pues a mi me dijo mi primo que si...
Nunca entenderé porqué no nos contaron nada los que debían contárnoslo.
En mi escuela hicieron un intento: Una charla de experto y la posibilidad de los alumnos de hacerle preguntas. Pero no en directo, no fuera a ser que preguntásemos barbaridades. Había que escribir la pregunta en un papel y meterla en una caja. Ahora lo pienso y me río. No sé qué se pensaban que podríamos preguntar ni qué temas podían ser los censurables. Otro día nos llevaron al cine y nos pusieron un documental sobre el parto sin dolor y la gestación. No veas qué choque para nuestras mentes púberes ver el sufrimiento -contronlado la respiración eso sí- de aquella madre, el dolor dibujado en su rostro, la sangre, la dilatación. Quizás pretendían informarnos pero lo que lograron en mi caso fue el no desearle eso a ninguna mujer. No quiero decir que de ahí naciera mi homosexualidad. De ella ya estaba yo convencido desde muchos años antes. Y me creía sólo en el mundo. Triste, si.

Aunque se haya avanzado en la información, veo en los chavales que prevalece el morbo y el secretismo. Como si los adultos no pudieran oir sus conversaciones o como si éstas fueran parte de un secreto que no debe ser divulgado a los mayores.

¿Qué te contaron y quién? Me gustaría saber.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Qe bueno!
Me ha recordado a que cuando yo tenia 12 años nos pasaron un video de educacion sexual, pero basado exclusivamente en la vagina y uso del tampón.
Me dio tanto asco q vomité, justo encima el chico q me gustaba entonces.
Tuve muy claro que yo allí no metia nada!

finnegan bell dijo...

yo siempre tuve claro que no tenía pulsiones sexuales hacia las chicas y que lo mío eran los chicos. claro que, de saber lo que quería hacer con ellos a saber CÓMO hacerlo (y como conseguirlo), iba un buen trecho. yo también tuve una época en la que me sentí el único, muy solo y muy triste. luego se pasó. en cuanto a lo de la cópula en sí, lo explicó el profe de naturales en 5º de EGB y usó como símil la reproducción en vuelo de dos mariposas. me pareció muy bello. pero también tenía claro que no iba conmigo y que seguía prefiriendo a los tíos que a las mariposas, jejejeje...

marmotilla dijo...

Yo estoy contenta de cómo lo hicieron mis padres. Me gustaba mucho leer, y a los siete años me regalaron un libro de educación sexual en el que se hablaba de todo, desde la regla o el embarazo hasta la homosexualidad, la masturbación o la prostitución, todo muy clarito y con mucha naturalidad. La verdad es que todo lo que necesitaba saber entonces me lo enseñó el libro ese.

Luego recuerdo una charlita (también con preguntas en papelito) en el cole. Fue un poco bobo, porque en mi clase éramos demasiado mayores como para no saber ya de dónde vienen los niños y esas cosas, pero demasiado pequeños como para habernos planteado acostarnos con alguien ya. Yo, por lo menos, no tenía ninguna pregunta. Creo que me inventé alguna estupidez para no dejar el papelito en blanco.

Y luego ya llega el momento en el que, inevitablemente, las cosas las tienes que aprender solo o con los amigos. En esa época creo que las revistas birriosas tipo SuperPop y demás cumplen la única función útil que realmente deben de tener. Con todo lo estúpidas que son, dicen claramente que no tienes que hacer nada que no quieras hacer, que siempre con protección y que no te creas las leyendas urbanas de "la primera vez no te puedes quedar embarazada" y demás. Vale, eso te lo podrían decir los padres. Pero, de adolescente, parece que siempre le prestas más atención a la "voz de los colegas".

Y así aprendí yo. :)

Carabiru dijo...

A mí me pasó como a Marmota, más o menos, exceptuando lo del libro, que ya me habría gustado, ejjejee.
Hay que reconocerles ese mérito a las revistillas para adolescentes.

La verdad, es que aunque mis padres se las dan de bastante modernos, no recuerdo más que consejos sobre no hacer nada de lo que me arrepintiese, y alguna pregunta a traición sobre si usaba protección cuando tenía novio.

Thiago dijo...

¡Que diver, cari! jaja, Aquello de la semillita y tal, no? Tu lo que quieres es pasar a la práctica.. ¡qué listo!! jaja

Hoy he tenido – además de catarro- un ataque de algo asi como : retrogrampusismo, morriñoblogogrampusismo, pandilliblogismo o, parafraseando a tu adorado Palahniuk blogochoquejuerguismo... ¿te gusta? jajaja

Bezos.

Anónimo dijo...

Jajaja. En mi caso, algo creo que hubo de ¿explicación? en la clase de biología, entre el tema dedicado al topo y el de la sepia, pero bueno.... dedicandome a lo mismo que mi padre, la biblioteca de la consulta estaba llenita de libros dedicados al tema, eso sí, solo la versión hetero.

Javier dijo...

Me contaron lo mismo que a la mayoría de españolitos, es decir, nada, jejejeje

Victoria dijo...

Hummm... Pues la verdad es que no lo recuerdo muy bien. No es algo que me haya marcado mucho, así que es un recuerdo difuso. Pero creo que en el colegio, en clase de biología tuve la suerte de tener una profesora muy atenta y muy cuidadosa con las explicaciones. Nos quedó a todos bastante claro.

No recuerdo haber asistido a una charla de ese tipo.

Mi madre dice que ella también me lo explicó, pero sinceramente no lo recuerdo. Siempre he sido muy niña y he pasado de ese tema olímpicamente (jugué con muñecas hasta los dieciséis o diecisiete años). No me interesa mucho.

No sé si es malo o no que no me interese, pero la verdad es que me da bastante igual.

Un besote, Shysh.

Anónimo dijo...

Yo tuve bastante suerte. Mis padres me ilustraron con libros que hablaban, en lenguaje comprensible, de la sexualidad. Cuando fui más mayor me facilitaron folletos sobre los anticonceptivos, el aborto y cosas así.

De todo, lo que más me traumatizó fueron los artículos del Nuevo Vale, una pestilente revista que nos dio por comprarnos con doce años y que sigue a la venta, desafiando todas las leyes de la razón y la lógica humana.

Anónimo dijo...

yo no voy a hablar de mis experiencias sino de esa preciosa portada con la que ilustras tu post... mensajesubliminal, o es mi mente retorcida : ¿hacia donde está orientada la mano de ese cándido niño? ¿cerrada en un puño? ¿y la mano de la niña? con el índice estirado...

Anónimo dijo...

No les hablo ya que en el fond se que no merecen tanto la pena. A veces les llaman al movil o se encuentran a alguien y bueno, es abrir la boca y venirse todo abajo.

Pensaba que un hombre casado como tu no tendria esos pensamientos en las duchas.

Besos

ALEX EN BICI

el Shysh dijo...

Parece ser que a las muchachas se las informa/ba más que a los muchachos, que somos más de "bibliografía oral". Quizás tenga que ver que los chicos no eramos/somos tan dados a las revistas para adolescentes, que mira tú por dónde, se ve que cumplen una función social e informativa. Y que quizás a los padres les da más corte hablar con nosotros que con ellas.
No me había dado cuenta del mensaje subliminal del que habla maníasmías pero mirando la foto con atención, tiene razón. Esas manos...
A Alex: quién te ha dicho que los casados no tengamos pensamientos de tipo warrindongo? Pues va a ser que sí.

Anónimo dijo...

Me contaron cero palotero, je. O sea nada. Saludos.

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