Duele pero es así.
Más allá del ¡qué maricón! como halago o sinónimo de qué bien se lo monta o del qué suerte tiene, dejando de lado el una mariconada de la que ya se habló aquí, el "maricón" como insulto sigue a la orden del día. El otro día, un pedigüeño en silla de ruedas me pidió un cigarro y cuando le dije que no se lo daba no se le ocurrió más que escupir "maricones de mierda".
Yo me cagué en su padre, más que nada por haberlo traído al mundo.
2 comentarios:
a mí la última vez que me llamaron maricón de mierda fue en madrid. y fue concretamente uno de los respetables ciudadanos que iban a una manifestación organizada por el pp.
lo malo no es el animal este que dice 'maricón'. lo malo es quien tendría que afearle la conducta y lejos de hacerlo, le ríe las gracias.
sr. shysh, usted y yo sabemos que lo de maricón, bueno, pues tiene un pase. al fin y al cabo, al que come carne en vez de pescado le regalan ese apelativo... pero sr. shysh, usted y yo sabemos que 'de mierda' nada... porque yo de mayor (bueno, de más mayor, quiero decir) quiero ser como usted. y yo no me caracterizo por tener mal gusto.
en fin. saludos. besos. abrazos. y cosas bonitas, como las supernenas.
Son cosas de las que he aprendido a pasar, allá cada uno con sus represiones. ;-)
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