RUFUS WAINWRIGHT
Ha pasado una semana y yo sin acordarme de postear que el concierto de Rufus en el Auditori fue genial. Entrega y comunicación por parte de artistas y público. Un show sin grandes alardes tecnológicos, con mucho alarde sentimental, vocal e instrumental.
Me presenté en las taquillas sabiendo que no había entradas pero allí mismo una buena samaritana tenía una para mí. Sin numerar, puesto que era para el local donde se iba a realizar el concierto antes de la gran demanda de entradas. Providencial esa mujer. Gracias otra vez. La hora larga de cola para entrar valió la pena puesto que conseguí sentarme en fila cinco central. A tocar del escenario.
El concierto en dos partes repasó lo nuevo y lo anterior de los discos de Rufus. Una banda muy bien acoplada que se movía de un instrumento a otro respaldando las interpretaciones del líder, showman nato. Cinco canciones en el bis, las dos primeras con Rufus en albornoz acompañado al piano por su madre. Número final con cambio de vestuario en el escenario. Rufus convertido en Judy Garland: smoking minifaldero, medias negras, taconazos, pendientes y un poco de pintalabios. Un sombrero negro de medio lado y los músicos haciendo de boys. Music Hall Delirium.
5 comentarios:
Que enveja!!!!
Allellujaaaaaaaahhhh..
Com tinc que oblidar-te!!!
mua guapo
Me parece que este tipo es sencillamente genial!
Ultimamente lo escucho casi todos los dias!
Besos
Ohh que envidia!
La verdad es que me cuesta imaginar a puesta en escena yel concierto en si, pero seguro que con ese repertoriofué genial!
A decir verdad tuve suerte. Porque por vagancia dejé lo de la compra de entrada para el último momento y cuando quise acordar, ya no había.
A Roger le cuento que el escenario era un poco austero: una gran bandera de estilo usa pero en gris y negro y en lugar de estrellas animalicos y detalles queen en brillantes de colores. Dos enormes bolas de espejos para el primer tema "Release the stars" y los bises y un juego de luces sencillo pero efectivo, con colores fuertes verde, rojo, naranja, azul, violeta. y una máquina de humo ligero que trabajó durante todo el rato que estuvimos en el local. Ya sabrás que l'auditori es un sitio algo frío y así parecía más un cabarete, salvando las distancias.
Y es que al final del Arco Iris hay un tesoro!!!
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