24/10/07

NO MIRES A LOS OJOS DE LA GENTE

Oye lo que te digo. Viajo en metro. Todas las mañanas a eso de las ocho y media. Desde hace años.Desde hace años decidí llevar algo para leer aunque el trayecto sea corto.
No puedo- oye lo que te digo- no puedo mirar a los ojos de la gente. Por más que quiera. No puedo. Los ojos muestran cansancio, no de haber madrugado, cansancio de estar ahí. Cansancio de hacer el trayecto otra vez. Hastío del momento o del siglo.
Los ojos que se muestran son pocos. Muchos de ellos se esconden tras los papeles. Otros sobre las líneas de un libro. Otros más en la pantalla de un teléfono. Algunos, simplemente, están cerrados intentando recuperar unos minutos de sueño. La gran mayoría, exentos de brillo.
Por eso no puedo mirarlos. Porque si los miro, volvería a casa y me metería otra vez en la cama, intentando no pensar en la tristeza seca que derraman aún sin querer.



Bonus track




Este post forma parte de la serie Arqueología Pop con el número VIII
Más Golpes Bajos indoloros en calvos & orgullosos.

10 comentarios:

38 grados dijo...

Que gran razón tienes...me ha encantado eso de "intentando no pensar en la tristeza seca que derraman". No hay literalmente lágrimas, pero estoy convencido que por dentro, muchas personas que comparten nuestro vagón, lloran.
un abrazo

RMS dijo...

Hola!!
Gracias por la visita a mi blog y tu comentario.
Somos desconocidos pero en las miradas nos reconocemos. Infinidad de vidas e historias.
Un abrazo.!!

Ruvias Intelijentes dijo...

jo, que monito i que triste hal mismo tiempo.

ARD dijo...

Hola Shysh, respondiendo a una pregunta que me dejaste, yo solo soy amigo de la familia pero el he visto crecer.
Lo que has escrito es precioso.

Un abrazo.

Arturo Manuel dijo...

Yo también soy chiko de metro, me parece interesante indagar el komportamiento humano, más kuando es sensible a ciertas horas de la mañana... Próxima Parada: La Habitación Contigua :)

Javier dijo...

Gentes cansadas de la vida, que siguen por inercia, a veces lo peor es la impotencia, la incapacidad de cambiar tu vida y aún sintiendo que estás muerto aferrarte a esa no vida como si de una tabla de salvación se tratase.

Slava es genial, ando dandole vueltas a la realización de un post sobre él, lo malo es que aunque parezca lo contrario carezco de tiempo y voy un poco a salto de mata, de ahí lo del caótico.

Anónimo dijo...

Estamos demasiado sumergidos en nosotros mismos, si todos huyeramos de las miradas, jamas podrias gozar de la belleza de unos ojos, vivimos en un mundo donde intentamos escondernos de todos, llevamos auriculares para no oir, gafas de sol para ocultar nuestra mirada, libros que no leemos para ignorar, es triste que cada mañana sea asi para todos, pero hay que buscar una mirada y si esta se corresponde, es muy probable que surja una sonrisa y ¿quien puede renunciar a ella?.

Javier Sanbernat

Quasiangel dijo...

Se me ocurre que, en lugar de huir, esquivar, evitar las miradas, escondiéndote tras las palabras de algún libro, podrías sonreirles con la tuya... seguro que alguien lo agradece, o "alguienes".

alma de mazapan dijo...

si, eso, lo mismo me pasa pero tampoco quiero que vean mis ojos, me da susto.. ¿y si resulta que sus ojos son el espejo de los míos?
que miedo ser tan gris, que miedo verter la niebla y el aburrimiento por los ojos...Desde hace un tiempo voy con gafas oscuras
besos

Anónimo dijo...

entonces es posible que nos hayamos cruzado...

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin