CUIDATE, CUIDATE:

¿Hidratándote o exfoliándote?
Ósea, hay un estudio corriendo por ahí en el que se dice que los hombres españoles cada vez cuidan más de su aspecto ¡Aleluya!
¿Nos alejamos pues del garrulo carpetovetónico?
Relacionado con el uso de productos de belleza, no con productos de higiene -que a los alérgicos al gel y a la ducha no les han preguntado-, el estudio da cifras sobre dedicación en tiempo al cuidado personal, necesidad de ese cuidado, productos utilizados, miedos estéticos (expresados: a la calvicie y a la tripita), etc.
Cómo cambian las cosas. Un día, no hace mucho, viendo un partido de fútbol comenté que si hace unos años un tío se hubiera puesto una diadema de las que llevan los futbolistas lo hubieran tachado de maricón como mínimo. Un amigo mío contestó que siempre se habían llevado esas cosas. Yo le pregunté que desde cuando. Y él, farruco, que desde siempre. Yo lo puse en duda. No le convencí ni me convenció.
En otra ocasión escuché a un compañero de trabajo decir algo así como “Pues desde que uso ese acondicionador tengo el pelo mucho mejor, más suave, más domable”. Y yo pensé lo mismo que he dicho anteriormente. Si un hombre hubiera hecho ese comentario años atrás, le hubieran dicho la palabreja en cuestión.
Entonces, ¿qué está pasando? ¿Se está haciendo la gente más permisiva con los comportamientos anteriormente conocidos como “poco masculinos” (por ser suave en la manera de decirlo) o la metrosexualización externa se está generalizando en los hombres occidentales?

Innegable que un hombre limpio y cuidado es de agradecer. Innegable que el estudio habrá alegrado a más de una marca de cosmética que ya estará pensando estrategias para ver por dónde atacar el bolsillo de los consumidores. Innegable que vamos a estar todos mucho más guapos y a oler mejor (ojalá).

Intragable e imperdonable que muchos hayamos tenido que sufrir el insulto a causa de la falta de evolución mental de nuestros conciudadanos por comportamientos o actitudes que ahora, por generalizados, son aceptables.
Es como esa moda que hay de igualar en significado la palabra “mariconada” con algo simple, idiota, de poca fuerza o consistencia. Algunos ejemplos: “comimos unas mariconadas”, “no me vengas con mariconadas”, “vaya mariconada”.
¿Esto es homofobia léxica u homofobia a secas?
¿Para cuando la metrosexualización (léase apertura) mental?
Que la publiciten en las revistas y periódicos, por favor.

Ya sabes, con regalo de sobres/muestra de 1 ml.